Una vieja leyenda habla de siete vírgenes negras que salieron de la ermita de San Sebastián de Ataun para ir a instalarse en otras tantas ermitas de Guipúzcoa. El irundarra Luis Pedro Peña Santiago escribió un libro titulado
“Las siete vírgenes negras de Gipuzkoa” en el que manifiesta que esa vieja ermita de San Sebastián en Ataun pudo estar cerca del caserío Otadizelai.
Existe una cierta discrepancia en el origen del color de las vírgenes negras, muy numerosas por toda Europa, pues unas teorías dicen que son debidas al humo de las velas de los fieles, otras que a la madera que se oscurece con el paso del tiempo o a la humedad por haber estado enterradas,…
También se cuenta que San Lucas realizó iconos de la Virgen, a la que conoció en persona, y que estas vírgenes están hechas imitando alguna talla de San Lucas. Otra teoría es que los templarios, nobles, guerreros o monjes que participaron en las Cruzadas, pudieron haber traído esas imágenes.
“Negra soy, hijas de Jerusalén, pero soy bien parecida. Soy como las tiendas de Qedar, como los pabellones de Salomón. No reparéis en que soy morena, porque ha robado el Sol mi color. Los hijos de mi madre se declararon contra mí, y pusiéronme a guarda de viñas. ¡Mi propia viña no la guardé!”
(Cantar de los Cantares) |